Los 21 ciclistas muertos en
nuestras carreteras en lo que va de año y los 3 del último fin de semana han
hecho saltar las alarmas entre los responsables de tráfico y los ciclistas y
obliga a abrir el debate sobre la seguridad, las bicicletas y la carretera.
El manual aconseja primero tener
un diagnóstico y luego hablar con los ciclistas. En seguridad vial nunca se
debe tomar una medida sin haber escuchado a las asociaciones de usuarios que
para eso están y además ponen las víctimas.
Algunos pedirán al calor del
debate una ley más dura que castigue a los culpables. Sospecho que esta no es
la solución.
Le ley de Tráfico en su art.35.4
dice que “el conductor de un automóvil que pretenda realizar un adelantamiento
a una bicicleta debe realizarlo guardando una anchura de seguridad de al menos
1,5 mts”. Solo habla de la anchura de seguridad pero nada dice de la velocidad
y en seguridad vial la gravedad de las lesiones siempre está relacionada con la
velocidad. Aquí se abre un tema para la reflexión y probablemente habrá que
reducir sustancialmente la velocidad en la maniobra de adelantamiento porque no
es lo mismo adelantar a 90 o 100 kms/hr que a 30 o 40 kms /hr. Parece lógico y
razonable.
Si los accidentes son a las 07 o
08 hrs de la mañana por conductores con alcohol o drogas que todavía no se han
acostado, habrá que dirigir los esfuerzos a la salida de los locales de ocio
habituales para disuadir a los posibles irresponsables.
Aquí en las campañas de
comunicación habrá que apuntar hacia lo que se conoce como el bebedor pasivo,
es decir, que si alguien de los que está contigo ha bebido, es tu
responsabilidad no dejarle que conduzca. Es una tarea de todos.
Y siguiendo con la concienciación
y dado que nos dirigimos habitualmente a un público joven, no sirve de nada
decirle que si bebe y conduce se puede matar, habrá que explicarle que puede
matar a otro. Y si matas a otro, nada será igual, lo arrastrarás durante el
resto de tu vida y no podrás mirarte en el espejo. Vivir con una condena penal
por homicidio no va ser fácil.
El año pasado por primera vez las distracciones han aparecido como
primera causa de muerte en nuestras carreteras. Programar el navegador
conduciendo, manipular la maldita pantalla táctil que gobierna el auto conduciendo
o leer y contestar los whatsapp conduciendo es un problema emergente en toda
Europa. Aquí el reto es estudiar todas las posibilidades para dificultar la
programación del GPS o el uso de las aplicaciones del Smartphone por el
conductor con el vehículo en movimiento y si además podemos reflexionar sobre
la tiranía del Smartphone mejor.
Al final habrá que insistir en
los valores que están detrás de la seguridad vial como son aprender a convivir
y a compartir la carretera , pensar que no estamos solos, y tener respeto para
los demás porque todavía hay algunos conductores de automóvil que no respetan
al ciclista al igual que hay algunos ciclistas que no respetan al peatón. Si
todos ponemos algo de nuestra parte todos saldremos ganando pero si impera el
individualismo y el egoísmo, todos vamos a salir perdiendo.
Lo que no podemos hacer es
dedicarnos a buscar culpables en lugar de buscar soluciones, que es un clásico
en nuestro país o dedicarnos a hablar y luego no hacer nada. En este caso algo
tendremos que hacer.
Pere Navarro Olivella
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